Una sorpresa desprevenida y agradable.
Ambiente bien cuidado para luces, colores, sonidos, aromas.
Fui recibido con cuidado por un hombre atractivo y varonó manso, con una voz tranquila, un enfoque amable y atento.
Lo dejé hacerlo abandonándome al tacto de sus manos fuertes y delicadas juntas, haciéndome envuelto por la atmósfera sensual que, poco a poco, el contacto tras el contacto, ha llegado a crearse entre nosotros.
Había solicitado una experiencia sensorial. Lo he tenido y se lo recomiendo a todo el mundo.