joven encantador, elegante y sonriente.
Hermosa cara agradable, cuerpo efímero de proporciones perfectas a la virilidad delicadamente enfatizada.
Más allá de la estatua y la apariencia, cuando se vuelve salvaje, qué espíritu, qué sensualidad!
Él lo da todo, toma su placer y se lo devuelve cien veces.
Y después del éxtasis, siempre está presente, con la misma sonrisa y palabras benevolentes.
Qué encuentro tan hermoso, auténtico, raro...
Alguien bueno, conmovedor, que te hace querer verlo de nuevo...