Uno pensaría que eligió su apodo porque tiene una idea alta de sí mismo o por casualidad o porque e no fue tomado todavía. Bueno no, "un tipo muy agradable" es exactamente lo que es. Jeremías es auténtico, masculino, humilde, se preocupa por el otro. Más concretamente, masajea muy bien y desprende mucha digitación, atención y delicadeza. El intercambio se crea sin tabú y sus hermosos ojos marrones te derretirán. Cree en las reuniones y en lo que pueden aportar en todos los frentes. Tiene razón, por supuesto...