Tenía que ser 5 p.m. y unos minutos este sábado, 3 de junio de 2017, estaba esperando en esta triste habitación de hotel, en la decoración de la época de Brézhnevia... Me veo obligado a reírme internamente; Tenía 9 años cuando el "querido" Leonid Ilich murió el 10 de noviembre de 1982...
Recibo un mensaje de texto al mismo tiempo: "Llegué" unos minutos después de que toc en la puerta es él! El encanto en su forma más pura, un verdadero príncipe de Oriente luciendo una sonrisa brillante y hechizante, riendo y bromeando con los ojos... Se me acerca toma mis manos, me besa suave y sensualmente, me abraza y me dejo ir...
Me hace amar de una manera irrazonable y agradable, me capsize con felicidad y bienestar...
Me hace señas para que me acerque a él, me lleva en sus brazos, pongo mi cabeza en su torso musculoso y oscuro... Me gusta el olor de la misma... Me acaricia la cara, el hombro...
Hablamos, soñamos y bromeamos como "amigos" para siempre... La noticia nos alcanza con este drama londinense...
Va a ser el momento de que se vaya, se ducha, se viste, está sin camisa y de perfil, mira por la ventana y en este momento con la luz del día sobre él, me recuerda a un cuadro de Ingres o Vermeer...
Me besa y me sonríe una última vez y luego se va... Me quedo quieto, con una extraña sensación de abandono...
Ya lo extraño...
