Su encanto, el juego de lenguas, la cercanía humana y física, las manos exploradoras, su masculinidad, la penetración suave pero decidida, la lujuria pura generada en mí, la lujuria por la devoción, la devoción de su tierna boca, su lengua lujuriosa que me llevó hacia el clímax, su voz agradable, el tiempo dado, toda la atmósfera, se sintió como un sueño, pero sin embargo experimentado,